La pata de elefante (Beaucarnea recurvata) es una planta de interior originaria de las selvas tropicales de centro América. Esta planta de interior destaca por su grueso tronco con base bulbosa, que tiene un sorprendente parecido con la pata de un elefante. Esta planta puede soportar la falta de agua y las heladas de hasta -7ºC.
La pata de elefante es de crecimiento lente pero de fácil cultivo y cuidado.
El tronco de esta planta es de color marrón grisáceo, que a medida que envejece tiende a estriarse. Las hojas de la pata de elefante son alargadas y curvadas, de color verde y perennes, apareen en la parte superior imitando el efecto de una fuente.
Ubicación:
- Esta planta de interior requiere luz brillante indirecta, una zona lo más luminosa posible, así mantendrá sus colores brillantes y tendrá un crecimiento vigoroso.
- Conviene evitar el sol directo para que sus hojas no se quemen.
- Debe estar protegida de las corrientes de aire, frío o cálido, ya que le perjudica bastante.
Riego:
- La cantidad de agua administrada debe ser de manera regular pero moderado, no tolera el encharcamiento.
- Es aconsejable dejar secar el sustrato entre riegos. Al ser una planta de tronco y hojas gruesas, retiene mucha humedad.
- En invierno la frecuencia de riego debe ser menor.
- Crece feliz en ambientes húmedos, por lo que es conveniente rociar las hojas con un pulverizador entre riegos, ayudando a mantener sus hojas sanas y felices.
Abonado:
- Abónalo con sustrato de planta verdes en los meses de primavera a otoño. Así crecerá de forma vigorosa.
- En otoño, aplica este abono cada dos semanas.
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